Sectas Destructivas: Aspectos fundamentales

David Koresh

 

Muchas personas muestran inquietud con el término secta, ya que entraña una connotación peyorativa. De este modo se destinan no pocos esfuerzos a consensuar un término alternativo que permita un marco mucho más neutral, que no implique juicios de valor sobre las creencias. No debemos dejar de lado que los grupos religiosos mayoritarios han mostrado un comportamiento hostil con los minoritarios a lo largo de la historia, como está sucediendo hoy, por ejemplo, en países islámicos, y ocurrió en Inglaterra cuando la Iglesia Anglicana, persiguió a los cuáqueros.

 

El uso del término secta, puede generar mucha desconfianza contra las personas que pertenecen a minorías religiosas. Las religiones mayoritarias en diferentes partes del mundo, utilizan la palabra secta para descalificar a grupos minoritarios. Pero el término “Nuevos Movimientos Religiosos”, de hecho, es a menudo impreciso. No se puede afirmar que todos los grupos que se suelen denominar así sean nuevos. Algunos son tradiciones muy antiguas reconocidas así, incluso por el catolicísmo.

 

El término secta ha sido durante mucho tiempo sinónimo de heterodoxia, esta interpretación del concepto se ha restringido cada vez más a los ámbitos religiosos. La realidad es que la sociedad occidental en general percibe cada vez más el término secta, como representativo de conductas antisociales realizadas por organizaciones que fomentan el fanatismo.

 

Y es que varios trastornos mentales has sido descritos por diversos profesionales especializados, en relación a la experiencia sectaria. Las sectas destructivas son grupos que generan trastornos de la personalidad en sus adeptos, que además pueden ser propensos a estas patologías.

 

Secta como denominación de doctrina religiosa y sus adeptos, es una definición lingüística de uso cultural que se desarrolló a través de la historia de la civilización occidental. Se popularizó con el dominio cultural del catolicismo romano, y con la Iglesia Ortodoxa. Con el paso del tiempo adquirió una carga peyorativa, y los enemigos de la línea establecida, eran denominados secta. De hecho, la etimología griega haíresis, era usada originariamente para definir a personas pertenecientes a otras escuelas de pensamiento. El término viene asociado por primera vez con aquellos cristianos disidentes a la temprana iglesia en el tratado de Ireneo de Lyon “contra haereses” (finales del siglo II EC), especialmente contra los gnósticos y que se relaciona con las nociones de herejía y de facción.

 

Esta definición es muy limitada, ya que se enfoca exclusivamente en el aspecto religioso y constituye un criterio relativamente arbitrario para hacer clasificaciones, pues según la definición de uso cultural, secta es todo lo que no sea religión mayoritaria o popular, se considerará secta, dependiendo de la cultura y su tradición religiosa, o de la religión oficial reconocida por el Estado, dependiendo del país, región, y aun de la época. Algunos ejemplos de esto son los países islámicos en los que las minorías religiosas son en ocasiones catalogadas como sectas. En Rusia, los católicos romanos son llamados así por algunos sectores de la Iglesia Ortodoxa. En Inglaterra, los puritanos y los cuáqueros fueron considerados sectas en siglos pasados por la Iglesia Anglicana.

 

 

Parece bastante probable que la palabra secta tenga su origen en el término latín secare, de los que también derivarían in-secto o sect-or, en secciones o en partes y el que secciona o el que separa respectivamente, en las dos palabras se observa la idea de separación.

Recordemos, sin embargo, que el valor simbólico negativo de la palabra secta, abarca no sólo la idea de error doctrinal, sino sobre todo, se asocia a grupos de conducta peligrosa y antisocial, y este es el aspecto que voy a tratar en este espacio ya sea en artículos publicados en el blog, o en cualquier podcast, al usar la palabra secta, me refiero al grupo de personas que sigue un determinado movimiento ideológico, sea religioso o no, en el que se practica el control mental, y bajo una apariencia inofensiva, puede ser muy peligroso por los efectos nocivos que produce en los miembros. Estos efectos se perciben a largo plazo y por lo general derivan en casos de índole violenta con tintes suicidas, homicidas o incluso genocidas.

 

La palabra secta se usa como arma para descalificar a priori a otras confesiones, los de ideología religiosa diferente, indistintamente de que su trayectoria social sea inocua.

El nuevo Catecismo de la Iglesia Católica, que representa la postura del Vaticano, no califica como sectas a las grandes religiones históricas; judaísmo, islam , budismo ... Las llama religiones no cristianas. Tampoco denomina sectas a las iglesias protestante, anglicana u Ortodoxa. Hoy el Vaticano, los denomina iglesias y cristianos.

 

Shoko Asahara

 

Tanto el periodista José Rodriguez, director de EMAAPS (Equipo Multidisciplinar para el Asesoramiento y Asistencia en Problemas Sectarios) y especialista en sectas destructivas, como Álvaro Rodriguez, catedrático de psicología social y jurídica en la Universidad de Barcelona, apuntan a ideas parecidas en cuanto a lo que son las sectas destructivas:

“Una Secta Destructiva (SD) será todo aquel grupo que en su dinámica de captacióny/o adoctrinamiento, utilice técnicas de persuasión coercitiva que propicien: La destrucción (desestructuración) de la personalidad previa del adepto o la dañen severamente. El que, por su dinámica vital, ocasione la destrucción total o severa de los lazos afectivos y de comunicación afectiva del sectario con su entorno social habitual y consigo mismo. Y, por último, el que su dinámica de funcionamiento le lleve a destruir, o conculcar, derechos jurídicos inalienables en un estado de derecho. (Rodríguez, 1989:31).”

El 20 de marzo de 1995, en Tokio, Japón, Shoko Asahara ordenó a sus seguidores de la secta La Aum Shinrikyō, colocar bombas con gas sarín en el metro de Tokio. En ese atentado, más de cinco mil personas sufrieron intoxicación a causa del gas neurotóxico, y doce personas resultaron muertas. Seis semanas más tarde, los mismos adeptos de Aum Shinrikyo perpetraron un nuevo atentado en el metro, pero se produjo un retraso en el mecanismo de la bomba y ésta pudo ser desactivada a tiempo. Colocaron un artefacto con una mezcla de cianuro e hidrógeno, que de haber explotado, hubiera privado de la vida en minutos a aproximadamente 20 mil usuarios del tren subterráneo.

 

La violación, el abuso sexual de menores, el daño patrimonial a través del fraude organizado y la inducción de distintas enfermedades mentales son algunas de las prácticas más comunes en que día a día incurren cientos de grupos religiosos y seudocientíficos que forman parte de una nueva patología social. Quizás el rasgo más importante que define a una secta destructiva sea la capacidad para provocar en sus adeptos el llamado síndrome disociativo atípico.

Desterrando el pensamiento crítico, la organización, autoritaria y piramidal, consigue una relación con sus adeptos en la que no existe la democracia. En este sentido, el líder o líderes, gobiernan con totalitarismo imponiendo sin ningún tipo de discusión un reinado en todos los ámbitos de la vida del adepto, creencias, dinero, familia y relaciones emocionales de todo tipo, incluyendo a los hijos si los hay, lo que provoca en los adeptos un aislamiento del mundo en general y de las relaciones familiares en particular.

Esta definición no se limita al ámbito religioso, ya que incluye incluso a facciones políticas, psicoterapéuticas, seudocientíficas, culturales, y otras, basándose en la conducta social como punto de referencia. Describe la situación de la persona que es captada por una organización de estas características, como alguien a quien se le conculcan los derechos humanos, y a estos grupos como dañinos para la sociedad. Un culto (religioso o no) es una Secta Destructiva por las razones expuestas, independientemente de su ideología, antigüedad, popularidad o número de miembros.

 

 

Shoko Asahara

 

Si bien los dirigentes no tienen siempre que empezar creyendo lo que predican, a corto o largo plazo, el poder que les otorga el control de los adeptos, suele terminar condicionando también a la cúpula, y esta se cree el mensaje o termina creyéndolo. Cabe destacar que los dirigentes que están gerárquicamente por debajo del líder, no suelen compartir las creencias, pero sí el afán de lucro y de poder.

Se controla toda la información que les llega. Se instala un discurso demonizador del "mundo", a la vez que se insta a los adeptos a depositar una confianza ilimitada en la secta; especialmente en los dirigentes del segundo nivel. 

 

En 1995, una comisión de la Asamblea Nacional francesa presidida por Alain Gest, estableció algunos criterios para caracterizar a las sectas destructivas:

• Desestabilización mental
• Carácter desorbitado de las exigencias financieras a sus adeptos
• Ruptura inducida con el entorno o ambiente de origen
• Atentados contra la integridad física
• Reclutamiento de los niños
• Discurso antisocial
• Disturbios de orden público
• Importancia de querellas judiciales contra las sectas
• Eventual desvío de los circuitos económicos tradicionales y tentativas de enfrentamiento en los poderes públicos.

 

Se producen alteraciones psicopatológicas como consecuencia del sometimiento a las Técnicas de Persuasión Coercitiva por un tiempo prolongado. Existe evidencia empírica que demuestra el efecto que produce la aplicación de las técnicas de persuasión coercitiva en la conducta de los individuos. Las técnicas de persuasión coercitiva que utiliza el líder sectario cumplen la finalidad de sugestionarlos y controlarlos mentalmente.

California Department of Corrections and Rehabilitation

El líder utiliza técnicas persuasivas, de condicionamiento clásico, asociando ideas, creencias y analogías, unas ciertas con otras irreales para llevarles a concluir falsas creencias; reforzadas por la inducción intencionada de miedos y delirios. Con el uso de creencias fantásticas el líder induce en sus adeptos su objetivo: reacciones específicas según su conveniencia; o sea, que produce en ellos una visión del mundo completamente alterada y fabricada. Los adeptos defenderán sus creencias e interpretación de la realidad como únicas y absolutas; descartando totalmente cualquier argumento o posibilidad contraria a estos.

No comprenderán argumentos e inclusive rechazan cualquier prueba existente en sentido contrario; puesto que hacerlo resulta altamente doloroso; les hace sentir inseguros y culpables.

Suelen usar además situaciones de desorientación social como desastres naturales, de guerra o terrorismo, para reafirmar el fin generalmente apocalíptico del mundo y su falsedad, muchas veces también con fin lucrativo. En algunos países están catalogadas como destructivas o peligrosas y por lo mismo prohibidas, actuando a menudo en la clandestinidad

 

 

Escucha el podcast Radiografia de la conspiranoia, Pseudociencias temporada 1, capítulo 1. Robert Jay Lifton y sus 8 criterios en el totalitarismo ideológico :
 

Este es un podcast de Cesc Fortuny i Fabré, de divulgación académica y científica sobre las teorías de la conspiración, así como sectas, estafas y pseudociencias. También brinda información sobre ingeniería social, y como protegerse de ella.

Este capítulo trata sobre los 8 criterios para detectar el totalitarismo de Robert Jay Lifton, perteneciente a la serie dedicada a las sectas.

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Links del podcast:
    

• La formación de una secta
• Propuesta de despenalizaciónradical en la legislación españolade los medios de control o dealteración de la personalidad enrelación con las llamadas sectas
• Sociología del fenómeno sectario:elementos para su interpretación
• La actuación de las sectas coercitivas
• Introducción al estudio de las sectas
• Destroying  the  World  to Save  it:  Aum  Shinrikyo,  Apocalyptic  Violence,  and  the  New  Global  Terrorism