Sectas

Uso aquí la palabra secta como sinónimo de grupo coercitivo. Este fenómeno no se circunscribe al ámbito religioso. Existen grupos coercitivos que no son religiosos, los hay que son grupos de psicoterapia, constelaciones familiares, y otras pseudociencias, y también en el ámbito empresarial o de los negocios, estafas piramidales y otros.

En esta sección encontrarás información sobre sectas destructivas o peligrosas, tanto religiosas como no religiosas. Entenderemos peligrosa cuando, por su filiación, la persona desarrolla problemas de adaptación social, laboral o familiar, y cuando además se coarta la libertad en el más amplio sentido, o en cuanto a la elección de pertenencia a ésta, creándo entonces una fuerte dependencia. Esto suele percibirse a largo plazo y a menudo puede derivar en casos de índole violenta con tintes suicidas, homicidas o incluso genocidas.

Usan además ideas altamente desestabilizantes y de desorientación social, desastres naturales, guerras, terrorismo, y otros. El objetivo es reafirmar el fin apocalíptico del mundo y la falsedad de todas sus estructuras tanto religiosas como políticas, muchas veces también con fines lucrativos. En muchos países están catalogadas como destructivas o peligrosas y por ende prohibidas, actuando a menudo de manera clandestina.

Varios trastornos mentales has sido descritos por muchos expertos, en relación a la experiencia sectaria. Las sectas destructivas son grupos que generan trastornos de la personalidad en sus adeptos, que además pueden ser propensos a estas patologías.

Quizás el rasgo más importante que define a una secta destructiva sea la capacidad para provocar en sus adeptos el llamado síndrome disociativo atípico.

Desterrando el pensamiento crítico, la organización, autoritaria y piramidal, consigue una relación con sus adeptos en la que no existe la democracia. En este sentido, el líder o líderes, gobiernan con totalitarismo imponiendo sin ningún tipo de discusión un reinado en todos los ámbitos de la vida del adepto, creencias, dinero, familia y relaciones emocionales de todo tipo, incluyendo a los hijos si los hay, lo que provoca en los adeptos un aislamiento del mundo en general y de las relaciones familiares en particular.

Si bien los dirigentes no tienen siempre que empezar creyendo lo que predican, a corto o largo plazo, el poder que les otorga el control de los adeptos, suele terminar condicionando también a la cúpula, y esta se cree el mensaje o termina creyéndolo. Cabe destacar que los dirigentes que están gerárquicamente por debajo del líder, no suelen compartir las creencias, pero sí el afán de lucro y de poder. En este sentido y controlando toda la información que les llega, pueden terminar controlando al líder, que actuaría como hombre de paja, y que les permitiría a su vez tener un control total de los adeptos, sin exponer necesariamente su propia identidad.

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