Antivacunación I, Vacunas y fertilidad - Radiografía de la Conspiranoia

Noticias:

Facebook Follow

Radiografía de la Conspiranoia

dimarts, 27 de juny del 2023

Antivacunación I, Vacunas y fertilidad

Científico

 

Existe un consenso científico abrumador sobre que las vacunas son normalmente seguras y eficaces. La negativa ante la vacunación provoca brotes epidémicos y muertes por enfermedades que se pueden prevenir. Por ello, la Organización Mundial de la Salud califica la indecisión ante la vacunación como una de las diez amenazas principales para la salud mundial.


Que las vacunas impiden el desarrollo normal de la placenta, que sus componentes atacan a los espermatozoides o que el 97% de las personas que se vacunen sufrirán de esterilidad, son algunos de los mitos más difundidos con respecto a los efectos adversos de las vacunas contra la COVID-19.


Estas ideas empezaron a difundirse de manera organizada, en las redes sociales y medios de comunicación en general, meses antes de la aprobación de emergencia de las primeras vacunas, en diciembre de 2020, en especial en EEUU, donde esa desinformación está desalentando a la población a inmunizarse, y llevando a los profesionales de la salud a persuadir a los pacientes de que las historias que han leído en esta línea son falsas.


Los datos recogidos en diversas encuestas, arrojan que en ese país aproximadamente el 66% de las personas que se niegan rotundamente a vacunarse, lo hacen como consecuencia de su preocupación por el impacto de las vacunas sobre su fertilidad, y que a la mitad de las personas no vacunadas les preocupa que las vacunas contra la COVID-19 puedan afectar negativamente su fertilidad en el futuro. Pero lo curioso, es que hay estudios que relacionan la infertilidad con la infección por COVID-19, y no con la vacunación.

Alrededor del 50% de las mujeres y el 47% de los hombres sin vacunar, de entre 18 y 49 años, afirman temer a la presunta infertilidad provocada por las vacunas, lo que supone un desastre a la hora de conseguir la inmunidad colectiva en Estados Unidos.


Muchos son los que desde una perspectiva médica y científica han intentado aclarar que tras realizar innumerables estudios a lo largo de décadas, no se han encontrado indicios que avalen la idea de que que las vacunas tengan efectos sobre la fertilidad masculina o femenina, y que la supuesta relación entre la infertilidad y las vacunas no es nueva, como el profesor de patología y neurología molecular y comparativa en la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, Kenneth Witwer, o la inmunóloga María Victoria Sánchez, investigadora del Laboratorio de inmunología y desarrollo de vacunas de IMBECU-CCT-CONICET, en Argentina, o el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos, la Sociedad Estadounidense de Medicina Reproductiva y la Sociedad de Medicina Materno-Fetal, entre muchos otros. Todos insisten en que no hay evidencia de que la vacuna pueda conducir a la pérdida de la fertilidad.


La exclusión inicial de las mujeres embarazadas de los ensayos clínicos de las vacunas, pudo haber propiciado la idea de que "a las embarazadas era mejor no vacunarlas" alimentando este tipo de desinformación. Hoy los datos disponibles sobre la seguridad de estas vacunas en embarazadas siguen arrojando que no existe relación alguna entre las vacunas y la infertilidad.


En relación a la infección por SARS-COV-2 y los gametos, la mayoría de los trabajos publicados no han encontrado virus en el eyaculado o en los testículos. Por ello, el riesgo de que el virus pueda afectar a los espermatozoides o se pueda transmitir con ellos, puede considerarse muy bajo o nulo. Además, los daños en el testículo no se deben a la presencia del virus sino a la inflamación provocada por la enfermedad.

 

https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Solo-mrna-vaccine-4.jpg



Los óvulos de pacientes infectadas por SARS-COV-2 no muestran presencia de ARN viral ni tampoco en el líquido folicular. En un estudio que analizó pacientes con problemas de infertilidad y que habían sido vacunadas tras un tratamiento de fecundación in vitro, la vacuna de ARNm no afectó a la reserva de óvulos ni a la eficacia del proceso.


Todo apunta con rotundidad a que no existe ninguna prueba, ni razón teórica, de que alguna de las vacunas pueda afectar a la fertilidad de las personas. Eso sí, en caso de vacunarse durante el tratamiento de fertilidad se deberán tener en consideración los efectos secundarios de la vacuna, en el transcurso de los días posteriores.


Otra idea perniciosa, y bastante difundida entre los antivacunas, es la de que las vacunas contra el coronavirus podrían afectar la fertilidad en las mujeres al desencadenar la creación de anticuerpos que reaccionan con una importante proteína de la placenta llamada sincitina-1.


Esta proteína contiene similitudes menores con la proteína de pico de coronavirus utilizada en todas las vacunas actuales contra la COVID-19. Por lo tanto, según esta idea pseudocientífica, el sistema inmunológico no podría distinguirlas y crearía anticuerpos que interferirían en el desarrollo normal de la placenta. Desde un punto de vista médico, esto no tiene ningún sentido. El sistema inmune no comete errores, al menos no de la manera en que apunta esta idea, y es por esto que no se ha dado ningún caso que la confirme.


La COVID-19 es la verdadera amenaza para el sistema inmunológico Es importante recordar que las vacunas autorizadas, y en el caso de la de Pfizer-BioNTech, ya totalmente aprobadas, llevan las instrucciones para producir la misma proteína de pico que usa el virus para entrar en las células. Independientemente de si una persona está infectada con COVID-19 o recibe una vacuna que emula parte del virus, el sistema inmunológico responderá agresivamente a la proteína de pico que el cuerpo ve como extraña.


Estudio tras estudio se confirma que en las personas que contraen el virus, la mayor parte de la respuesta inmunitaria se dirige a la proteína de pico. Sin embargo, existe una diferencia fundamental entre la vacunación y la infección. En los individuos vacunados, el sistema inmunológico tiene tiempo para reaccionar en situación de riesgo controlado, detecta una amenaza y comienza a acumular su "armamento". Pero cuando se enfrenta a una infección grave, el sistema recluta todo lo que puede en tiempo récord. Esto es fundamental, ya ahora sabemos que bajo la presión de luchar contra COVID-19, empieza a producir anticuerpos que no están bien seleccionados.


El precio de la vacunación es en el peor de los escenarios (sin anomalías ni efectos adversos graves, claro), unos días con malestar que se combate con paracetamol. A cambio, brinda protección contra una enfermedad que puede ser muy grave, con el potencial de causar secuelas severas o incluso la muerte. Estar vacunado también brinda protección al feto, por supuesto.

El contagio por COVID-19, por otro lado, pone a las mujeres embarazadas en riesgo de enfermedad crónica, enfermedad grave, complicaciones del embarazo y la muerte. También puede afectar la capacidad de una pareja para tener hijos al disminuir el recuento de espermatozoides del hombre y causar disfunción eréctil.


Hay que insistir, no hay pruebas de un efecto esterilizante de la vacuna contra la COVID-19, a pesar de que la población en edad de concebir se ha vacunado hace relativamente poco y se siguen obteniendo datos constantemente. Sí se sabe, por ejemplo, que existen algunos efectos mínimos y puntuales en la menstruación y las mamas, en el caso de las mujeres.


Por otra parte, según un estudio con datos de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), parece que es la mujer quien más registra efectos adversos. Estos en general son leves, incluyendo dolores de cabeza, inflamacion en el brazo o fiebre.

Además, en EEUU hay un estudio sobre el semen, antes y después de la vacuna, que no ha arrojado ninguna alteración al respecto.

 

 

Escucha el podcast Radiografia de la conspiranoia Temporada 2, capítulo 10. Andrew Jeremy Wakefield:

 

 

 Este es un podcast de Cesc Fortuny i Fabré, de divulgación académica y científica sobre las teorías de la conspiración, así como sectas, estafas y pseudociencias. También brinda información sobre ingeniería social, y como protegerse de ella.

Este capítulo trata sobre el fraude perpetrado por Andrew Jeremy Wakefield, al publicar un falso artículo científico en The Lancet, relacionando ciertas vacunas y el autismo. De la serie Estafas, bulos ...


Voz para la presentación y la despedida: Marian Raméntol
Locución: Cesc Fortuny i Fabré
Música de la presentación y la despedida: "Tenencia ilícita de almas" K4RK4554
Música del podcast: "El meu nom fondejat als llavis de l'infern" O.D.I.

http://radiografiadelaconspiranoia.blogspot.com
https://www.facebook.com/R.Conspiranoia

RSS: https://www.ivoox.com/radiografia-conspiranoia_fg_f11186055_filtro_1.xml
Spotify: https://open.spotify.com/show/5XDO8JgZpfUmuU5KoqWAZP




 

-------------podcast-------------

 

 

 

 

Links del podcast:


 

 

 

 

 

 

 

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada

Escribe con una correcta ortografía, gramática/sintaxis, y puntuación. Si quieres difundir tus creencias, tienes otros espacios para hacerlo. Los insultos y las descalificaciones no se publicarán. Será bienvenido cualquier comentario que sin ser offtopic, sea respetuoso y aporte algo positivo, o corrija algún error que pueda haber cometido, pero siempre dando referencias a revistas especializadas. Para más información visita la sección AVISO! Del menú principal.