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“Afirmar que la cibercriminología estudia el ciberdelito parece banal, y lo es si esto no se acompaña de no pocas definiciones y aclaraciones, pues ambos conceptos conllevan diversos matices a tener en cuenta, y sin los cuales, se pueden interpretar de manera muy parcial. A pesar de esto, daré aquí algunas pinceladas sobre la ciberdelincuencia y sobre algunos de sus problemas, tanto técnicos como legales, pero de un modo general e introductorio, ya que abarca muchas y diferentes disciplinas cuyo estudio escapa por completo a las intenciones de este texto.”
La cibercriminología, estudia el delito que se dota de dispositivos informáticos o relativos a la computación, sean estos delitos destinados al daño de equipos o sistemas informáticos o no. Lo que quiero decir con esto, es que existen dos familias muy diferenciadas en el ámbito del cibercrimen, el delito informático estricto, es decir, el que usa de dispositivos informáticos y tiene como objetivo otros medios informáticos, como por ejemplo el acceso ilegal (acceso no autorizado), la intercepción (por medios técnicos de transmisiones no públicas de datos informáticos hacia, desde o dentro de un sistema informático), la interferencia de datos ( daño, cancelación, deterioro, alteración o supresión de datos informáticos), sistemas de interferencia (interferencia con el funcionamiento de un sistema informático al ingresar, transmitir, dañar, borrar, deteriorar, alterar o borrar datos informáticos), mal uso de dispositivos, falsificación, robo de identidad, fraude informático y electrónico.
Las personas que cometen estos delitos, si son capturadas, son condenadas por haber cometido delitos informáticos, como acceso no autorizado a computadoras o redes informáticas
Pero no debemos olvidar que también comprende otro tipo de crimen, como el mensaje ofensivo enviado por correo electrónico, la descarga de recursos protegidos por derechos de autor, bulling y acoso en redes sociales, exponer fotografías de terceros sin su consentimiento, ciberacoso, difamación, o hasta la difusión de imágenes difamatorias o de pornografía infantil.
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Por todo ello, resulta complejo ofrecer una definición clara y divulgativa del concepto, más si en diferentes idiomas se trata de manera distinta.
Se trata, por tanto, de una nueva forma de delincuencia que se diferencia de las formas tradicionales en que se practica en un espacio virtual, el "ciberespacio". En los últimos años, la democratización del acceso a las computadoras y la globalización de las redes han sido factores en el desarrollo del ciberdelito.
Este delito puede perpetrarse de diversas formas, como la propagación de virus que recogen correos electrónicos para su venta en forma de bases de datos a terceros, distribución de material pornográfico (especialmente infantil), fraude, violación de la propiedad intelectual y derechos conexos o mera invasión de sitios para dejar mensajes difamatorios o insultos dirigidos a instituciones, empresas o particulares.
El término "ciberdelito" se acuño en Francia a finales de la década de 1990, y fue producto de la reunión de un grupo de naciones del G8 que analizó y discutió los delitos promovidos a través de dispositivos electrónicos o mediante la difusión de información a través de Internet. El encuentro coincidía con un período en el que Internet se estaba expandiendo en EEUU. El grupo, denominado "Grupo de Lyon", utilizó el término para describir, de forma muy extensa, todo tipo de delitos cometidos en Internet o en las nuevas redes de telecomunicaciones, que se volvieron cada vez más accesibles para un gran número de usuarios.
La casuística y la tipología es bastante amplia; algunos delitos en particular tienen como objetivo la explotación comercial de Internet, otros delitos atentan contra los sistemas de información de seguridad nacional de un estado.
La identificación del autor de un delito en línea se vuelve problemática por muchos factores: en un sistema, como Internet, no controlado por ninguna autoridad supranacional, que permite a los usuarios el anonimato absoluto, donde los datos se difunden muy rápidamente más allá de las fronteras nacionales y donde se borran. Cometerlo es relativamente simple, identificar al autor de un delito es una operación verdaderamente compleja y difícil de llevar a cabo con éxito.
Las amenazas en materia de seguridad ciudadana y seguridad pública a través del uso de las tecnologías de la información y la comunicación son múltiples y relativamente poco estudiadas. Los ciberdelincuentes representan un problema creciente para los usuarios de Internet, pero al mismo tiempo, la acción policial en estos menesteres es de momento escasa y pocos delitos virtuales son asumidos como tales por las víctimas y mucho menos reportados a las autoridades. Cada año el número de perjudicados continúa aumentando en tanto que la población en general aún no ha reconocido el impacto de los ciberdelincuentes, y por ende no es consciente ni de su gravedad actual, ni de su potencial futuro
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Por su solera se tienen muchos más conocimientos del crimen clásico que del cibernético, aunque muchos aspectos son comunes, aún así es altamente difícil construir una firme teoría sobre el crimen para afrontar los problemas relativos al delito informático, entre otras cosas debido a que su juventud, excluye el largo historial de datos, que permitiría comparar y analizar gran cantidad de matices y situaciones. En otras palabras, existen demasiadas incógnitas respecto a lo que conocemos y lo que ignoramos en cuanto a este tipo de transgresores.
Aún así, la cibercriminología pretende en este sentido, abastecer a la sociedad con metodologías de estudio cuyo propósito es reconocer patrones, agentes y causas de este tipo de anomalías en el ciberespacio. Así, los investigadores pueden hacer sugerencias sobre sociología, política y otros, de cara a legislar o a tomar todo tipo de medidas para contrarrestar la inseguridad en el ciberespacio.
La criminalidad informática incluye una amplia variedad de delitos:
Informática como objeto del delito: Esta categoría incluye por ejemplo el sabotaje informático, la piratería informática, el hacking, el cracking y el DDNS (Denegación de servicio de nombres de dominio).
Informática como medio del delito: Dentro de este grupo se encuentra la falsificación de documento electrónico, cajeros automáticos y tarjetas de crédito, robo de identidad, phreaking, fraudes electrónicos y pornografía infantil.
En el sentido de lo anteriormente expuesto, la cibercriminología se apoya fuertemente en ciertos aspectos de la criminología tradicional.
Los Estados miembros de la UE entendieron rápidamente que para ser más eficaz la lucha contra la ciberdelincuencia, esta tenía que afrontarse de manera comunitaria, de manera que las competencias en este ámbito se confiaron rápidamente a la INTERPOL, cuya función es facilitar el intercambio de información para luchar eficazmente contra todas las formas de delincuencia, y por extensión la delincuencia informática.
(continuará ...)
Escucha el podcast de la serie Estafas, bulos, FakeNews, temporada 1, capítulo 3. "Kevin Mitnick y Tsutomu Shimomura":
Este es un podcast de Cesc Fortuny i Fabré, de divulgación académica y científica sobre las teorías de la conspiración, así como sectas, estafas y pseudociencias. También brinda información sobre ingeniería social, y como protegerse de ella.
En este capítulo hablaremos de algunos aspectos de la vida de Kevin Mitnick y de Tsutomu Shimomura, perteneciente a la serie dedicada a la ingeniería social.
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Links del podcast:
- El arte de la intrusión
- El arte del engaño
- Linux Journal (Free Kevin, Kevin Freed)
- Kevin Mitnick, genio o figura de uno de los hackers más famosos de la historia
- Entrevista a Kevin Mitnick
- Ingeniería Social, el arte de engañar
- Week 10: "Hacking"
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