Combustión espontánea humana I: ¿En qué consiste? - Radiografía de la Conspiranoia

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dimarts, 21 de desembre del 2021

Combustión espontánea humana I: ¿En qué consiste?

Quemadura por cigarrillo electrónico

 

 

Se denomina “combustión humana espontánea” a la supuesta ignición del cuerpo de un individuo vivo, y en mucha menor medida recién muerto, que arda del interior al exterior (aunque esto último se pasa por alto en muchas ocasiones con la intención de aumentar las listas de las supuestas víctimas históricas de “combustión humana espontánea”. Este “fenómeno” se produciría sin ninguna causa aparente o fácilmente identificable, y en este punto como veremos, se esconde una de las trampas del concepto.


Algunas personas afirman que en ciertos casos, ha quedado la ropa interior intacta carbonizándose todo lo demás. Es pues la supuesta aparición de chispas o llamas en personas vivas, o la reducción de cuerpos a cenizas, en parte o en su totalidad, sin causa aparente. Esta hipotética combustión espontánea, sería capaz de provocar quemaduras simples y ampollas en la piel, además de humos, y no solamente una incineración completa de todo el cuerpo. Esta última es la forma más frecuentemente comentada y difundida, por la espectacularidad de la idea.


Este fenómeno no debe confundirse con la “combustión espontánea”, ya que esta denominación se refiere a ciertos materiales, que pueden llegar a arder en la naturaleza por diversas causas, como por ejemplo las grandes pilas de estiércol, que pueden llegar a arder a causa de la fermentación. Otros materiales pueden ser el heno, el carbón vegetal, y muchos otros. Al fenómeno que nos compete aquí se le llama “combustión humana espontánea”, aunque de un modo más coloquial se abrevie en “combustión espontánea”.


Hay muchas características que distinguen una presunta “combustión espontánea humana” de otros fenómenos. De hecho, es una combinación de todos o la mayoría de los siguientes factores en una muerte por fuego, lo que la calificaría de tal manera:


  • El fuego parecería haber sido generado espontáneamente sin ningún medio de ignición observable.
  • El efecto del fuego estaría localizado en el cuerpo de la víctima. Los muebles y electrodomésticos cercanos quedarían intactos. Los alrededores de la víctima supuestamente sufren pocos o ningún daño.
  • El cuerpo de la víctima quedaría mucho más afectado que en un incendio convencional. Las quemaduras, no parecen distribuirse uniformemente por el cuerpo. El torso y los brazos de la víctima parecen quedar reducidos a cenizas, mientras la cabeza muchas veces quedaría con el cráneo desnudo, junto a las extremidades inferiores también intactas.
  • La mayor parte de los presuntos casos de “combustión espontánea humana” han ocurrido bajo un techo.
  • La temperatura de incineración en los casos de presunta combustión espontánea humana es aparentemente mucho más alta que las llegadas en crematorios comerciales alimentados por gasolina.
  • Debido a la alta temperatura y a la extremada localización del fuego, la exposición al aire caliente puede dañar objetos situados arriba, sobre el fuego.
  • Aparentemente las víctimas pueden ser hombres o mujeres.
  • En la mayor parte de los presuntos casos, la víctima es anciana.


 

https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Evolution_and_disease_(1890)_(14577388668).jpg

 


La idea de que un cuerpo humano pueda arder en llamas sin ninguna fuente externa de combustión no está aceptada por el consenso de la comunidad científica, y NO es cierto que exista ningún debate al respecto, el único debate se produce en el seno de la comunidad de seguidores de lo paranormal, y por ende de las personas que tienen intereses económicos en hablar del “fenómeno”, un fenómeno que como veremos, ha sido mucho más creado que investigado. Y esto último no por falta de voluntad o por encubrir nada, si no por el simple hecho de que no parece haber nada que investigar.


Hay cientos, quizás miles de razones por las que no es fácil tomarse el “fenómeno” como real, pocos y malos testigos oculares, pocos casos en la historia, se calculan unos 200 desde el siglo XVI, esto lo convierte en un fenómeno extremadamente poco significativo (una persona cada dos años sobre una población de ocho mil millones de personas). No hay manera de justificar la idea de que un cuerpo humano vivo arda desde dentro. Cuando se afirma que en los cadáveres han ardido completamente el torso y los brazos, incluyendo los huesos, pero no la cabeza y las piernas (que en ocasionen lucirían incluso la ropa interior) esto desafía las leyesde la física. Justificar los pocos testigos por supuestas depresiones de las víctimas, es decir por una hipotética soledad extrema, parece un argumento ad hoc más que un argumento que explique el fenómeno. Por no hablar de que es imposible realizar autopsias fiables en retrospectiva (en ocasiones cinco siglos en retrospectiva), que no existe documentación fiable sobre las muertes de antes de mediados del siglo XIX, o que se empiece a hablar de este fenómeno de una forma clara y con la forma que le damos hoy a mediados precisamente del siglo XIX. Y de todas maneras, casos "documentados" no significa de ninguna manera, casos "verificados".


Por otro lado, si todo esto no tiene suficiente empaque para ser tenido en cuenta, si ni siquiera se puede afirmar que exista el “fenómeno”, ¿cual es el verdadero origen de este mito, y con qué intención se creó? Lo veremos en el próximo artículo, pero permitidme que os avance algunos datos.


En el siglo XIX se publicó un documento sobre el tema, tratándolo por primera vez como si fuese un fenómeno: “ThePhilosophical Transactions of the Royal Society of London, from TheirCommencement in 1665 to the Year 1800” (Las actas filosóficas de la Real Sociedad de Londres, desde su inicio en 1665 hasta el año 1800), de Paul Rolli. Muchas cosas se afirman de este documento y muchos atributos se le otorgan, pero la verdad es que se trata de un listado más o menos pormenorizado sobre algunos casos de combustión humana a los que a mediados del siglo XIX no se les encontraba explicación. Además de que el autor Paul Rolli se adhiera a la hipótesis de John Henry Cohausen, de que algunas sustancias contenidas en el cuerpo humano y diferentes procesos de fermentación en el estómago podrían crear una llama desde el interior al combinarse con bebidas alcohólicas. Rolli concuerda con la teoría de Cohausen y sugiere otros procesos químicos y emanaciones del cuerpo que podrían estar tener relación en el fenómeno. Esto llevó a que algunos grupos religiosos y por una cuestión fundamentalmente moral, difundieran la idea de que el alcohol se combinaba con procesos estomacales y diferentes sustancias orgánicas para hacer que el cuerpo humano combustione.


Huelga decir que no se detecta diferencia alguna entre los lugares donde se consume más alcohol y en los que no se hace uso de este tóxico, en cuanto a casos de “combustión espontánea humana”.

 

 

 

 

Escucha el podcast de Radiografia de la conspiranoia. Temporada 1, capítulo 09. Lobsang Rampa, uno de los fraudes literarios más importantes del siglo XX:




Este es un podcast de Cesc Fortuny i Fabré, de divulgación académica y científica sobre las teorías de la conspiración, así como sectas, estafas y pseudociencias. También brinda información sobre ingeniería social, y como protegerse de ella.

Este capítulo trata sobre como Cyril Henry Hoskin amasó una considerable fortuna haciéndose pasar por un lama tibetano llamado Lobsang Rampa. Publicó el libro llamado "El tercer ojo" en el que relataba la biografía inventada de un lama que nunca existió, y en el que también afirmaba se rél mismo. En su tercer libro, El cordón de plata, matizó el embuste y declaró haber sido la reencarnación de un lama tibetano fallecido. De la serie Estafas, bulos, FakeNews ...

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Links del podcast:



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