El Polígrafo, la máquina que no detecta mentiras - Radiografía de la Conspiranoia

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Radiografía de la Conspiranoia

dimarts, 18 d’abril del 2023

El Polígrafo, la máquina que no detecta mentiras

William Moulton
 

A lo largo de la historia, se han utilizado diversos métodos para detectar la mentira. La tortura ha sido el más utilizado sin duda, por ejemplo en la Edad Media se usaba agua hirviendo para detectar a los mentirosos. Se basaban en la extraña creencia de que las personas honestas resistirían mejor los escaldamientos.


Entre las primeras máquinas dedicadas a la detección de mentiras encontramos un invento de 1895 de Cesare Lombroso que medía los cambios en la presión arterial, un dispositivo de 1904 de Vittorio Benussi para medir la respiración, el polígrafo Mackenzie-Lewis desarrollado por primera vez por el cardiólogo James Mackenzie en 1906 y un proyecto abandonado por el estadounidense William Moulton Marston que utilizó la presión arterial para examinar a los prisioneros de guerra alemanes.


Marston escribió un segundo artículo sobre el concepto en 1915, al terminar sus estudios de pregrado. Ingresó en la Facultad de Derecho de Harvard y se graduó en 1918, volviendo a publicar su trabajo en 1917. La principal inspiración de Marston para el dispositivo fue su esposa, Elizabeth Holloway Marston. Según el hijo de Marston, fue su madre Elizabeth, quien le sugirió que cuando se enfadaba o se emocionaba, su presión arterial parecía subir.


A pesar de las contribuciones de sus predecesores, Marston se autodenominó el "padre del polígrafo". Como curiosidad, también fue el creador del personaje de cómic Wonder Woman. Marston siguió siendo el principal defensor del dispositivo, presionando para su uso en los tribunales. En 1938 publicó un libro, “The Lie Detector Test”, en el que documentó la teoría y el uso del dispositivo. En 1938 apareció en la publicidad de la empresa Gillette alegando que el polígrafo mostraba que las maquinillas de afeitar Gillette eran mejores que las de la competencia.


En 1921, John Augustus Larson de la Universidad de California, inventó un dispositivo que registraba tanto la presión arterial como la respiración, y se aplicó por primera vez en el trabajo policial del Departamento de Policía de Berkeley bajo el mando del jefe de policía August Vollmer.


Leonarde Keeler realizó más trabajos en este dispositivo. Como protegido de Larson, Keeler actualizó el dispositivo haciéndolo portátil y le agregó la respuesta galvánica de la piel en 1939. Su dispositivo fue comprado por el FBI y sirvió como prototipo del polígrafo moderno.


Entre los diversos dispositivos similares a la versión del polígrafo de Keeler, se encontraba también el “Berkeley Psychograph”, un aparato que registraba la presión arterial, el pulso, y la respiración, desarrollado por “CD Lee” en 1936.


Un dispositivo que registraba la actividad muscular que acompañaba a los cambios en la presión arterial fue desarrollado en 1945 por John E. Reid, quien afirmó que se podía obtener una mayor precisión haciendo estos registros simultáneamente con los de la presión arterial, el pulso y la respiración.


Pero el tema aquí no es si estas máquinas pueden o no medir con mayor o menor precisión manifestaciones biológicas del organismo humano, que lo hacen, lo relevante es determinar si estas están relacionadas de algún modo con el acto de mentir.


 

https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Gary_Ridgway_1982_Mugshot.jpg


Y dejando aparte el hecho de que se puede mentir sin ser consciente de ello, la realidad es que no existe ni una sola prueba de que estas manifestaciones sean un indicio del acto de mentir. De hecho, la poligrafía no se basa en un razonamiento científico, sinó que se trata de convencer a la persona sometida al instrumento que este es preciso y que nunca falla.

Cuando una persona es sometida a interrogatorio, se encuentra en una situación más que comprometida. Es lógico pensar que el sujeto sienta inquietud, nerviosismo o miedo. Es decir, muestra una serie de síntomas clásicos asociados a la ansiedad, una respuesta de lucha o huida, lo que implica la activación del sistema nervioso simpático, una rama del sistema nervioso autónomo encargada de la activación psicofisiológica en situaciones de alerta o peligro.


Suponer que si una persona miente, no puede evitar ponerse nervioso, al menos en algún grado, y por tanto, desencadenará la respuesta anterior que será detectada por el polígrafo, no se basa en ningún razonamiento científico. En realidad, esta idea está relacionada con la creencia de que el “mal” como algo absoluto y universar, deja marcas en quien lo practica, lo cual es más bien un concepto religioso.


Que el instrumento mide una serie de respuestas fisiológicas, generalmente asociadas a la ansiedad, es algo que ha sido de sobras demostrado, pero eso no es lo mismo que afirmar que si una persona está nerviosa, siempre es porque miente. ¿Acaso no pueden existir personas que mientan y no se pongan nerviosas?, ¿donde está el límite por debajo, en cuanto a intensidad, para considerar que una respuesta es mentira?, ¿una mayor intensidad significa una mentira mayor?, ¿existe una escala para medir el grado de la mentira? y ¿si la persona cree fervientemente que lo que dice es verdad, como los que afirman haber sido abducidos, oyen voces, o que son Jesucristo, sentirán ansiedad cuando respondan?.


Puestas así las cosas, la relación que existe entre respuesta fisiológica, mentira, creencias, intención, realidad subjetiva y realidad objetiva, queda muy difusa.


Aunque al polígrafo se le llama a veces "detector de mentiras", este término es engañoso. Un polígrafo no detecta mentiras, sólo la excitación que, se supone, o mejor, se cree que se genera al decir una mentira. Los examinadores de polígrafo no tienen otra opción que la de medir el engaño de una manera muy indirecta ya que no existe un patrón de actividad fisiológica relacionada directamente con la mentira.


La Academia Nacional de la Ciencia estadounidense, creó a comienzos del 2005 un equipo de investigación para intentar determinar si el uso del polígrafo aporta algo. Sus resultados dados a conocer afirman que: la máquina de la verdad no es fiable. Tras dieciocho meses de estudio y con una inversión de más de un millón de dólares los resultados negativos van a suponer un cambio radical en las investigaciones. Igualmente, esto llevará a replantear su uso en numerosos juicios penales en los que se aportaba la prueba del polígrafo y a la que un acusado puede someterse voluntariamente.


Lo realmente grave era que, los falsos positivos, casos en los que se afirma que el sujeto miente, aunque no haya sido así, han generado más problemas y gastos que los posibles resultados fiables de los aparatos. O los casos contrarios, en los que culpables son “dados de alta” pasando por inocentes, y burlando el test del aparato. Este fue el caso de Gary Ridgway, el asesino en serie de Green River en Utah, EEUU. La policía le sometió a una prueba de polígrafo en 1984 que superó sin problemas. Le pusieron en libertad sin tener en cuenta los resultados de ADN encontrados en otra escena del crimen, que lo inculpaban directamente.

El polígrafo permitió que un asesino en serie estuviera en libertad durante al menos 17 años debido a un resultado incorrecto, las andanzas de Ridgway en esos 17 años culminaron en 49 mujeres asesinadas.

 

 

 

 

Escucha el podcast Radiografia de la conspiranoia Temporada 2 - 12. Cesare Lombroso, criminologia y racismo. Nazis y detector de mentiras:

 

 

Este es un podcast de Cesc Fortuny i Fabré, de divulgación académica y científica sobre las teorías de la conspiración, así como sectas, estafas y pseudociencias. También brinda información sobre ingeniería social, y como protegerse de ella.

Este capítulo trata sobre Cesare Lombroso y las ideas racistas, clasistas y sexitas que expresa en sus trabajos y que son tanto el caldo de cultivo de la criminología, como del detector de mentiras, más conocido como polígrafo. De la serie Pseudociencias.

Voz para la presentación y la despedida: Marian Raméntol
Locución: Cesc Fortuny i Fabré
Música de la presentación y la despedida: "Tenencia ilícita de almas" K4RK4554
Música del podcast: "El meu nom fondejat als llavis de l'infern" O.D.I.

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