“El tema de la acupuntura (del latín, pinchazo con una aguja), suscita más susceptibilidades que la homeopatía, y en parte lo hace por el hecho de estar mucho más revestida de técnica y de método. Aún más cuando se ha dicho que resulta eficaz contra el dolor, y que se pueden realizar intervenciones quirúrgicas sin mayor apoyo anestésico que las agujas. Médicos en todo el mundo ensalzan sus beneficios, e incluso algunas organizaciones y colegios se lanzan a proclamar que la misma OMS avala esta técnica supuestamente milenaria. ¿pero todo esto es cierto?, ¿así, tal y como lo indico? ¿es realmente la acupuntura una técnica milenaria que ha sobrevivido a los siglos debido a su maravillosa eficacia?”
La acupuntura no es una terapia milenaria, como ya hemos visto anteriormente, a lo sumo y para ser precisos, podemos decir que es centenaria, ya que los primeros textos europeos hablando de ella como método más o menos parecido al actual se remontan al siglo XVII.
Su segunda irrupción en Europa, debemos fecharla a mediados del siglo XIX, momento en el que empezó a manifestarse como un acto mágico de curación entre las clases más aposentadas de Inglaterra y EEUU. Antes de todo esto, en China no existía una sola MédicinaTradicional China, sino múltiples practicas chamánicas, supersticiosas y brujeriles, que como veremos se unificaron artificialmente.
El primero en acuñar el término en occidente fue el cirujano general de la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales, que publicó el libro “De Acupuntura” en 1683.
A finales del siglo XIX el público británico, en especial el londinense, y también el norteamericano había perdido el interés por aquella maravilla de curar dolencias con agujas, y así permaneció el fenómeno hasta mediados del siglo XX. La necesidad de recuperar esta técnica no se debió a su eficacia ni al interés de las clases burguesas por ningún exotismo oriental, si bien esto último fue un factor decisivo a la hora de convertirlo en un producto atractivo que desembarcó definitivamente en EEUU en la década de los sesenta.
En la década de 1950 y ante el atraso económico de China, Mao Zedong se propone el “gran salto adelante”, y en 1966 comienza la denominada revolución cultural que acaba con la mayoría de intelectuales, pensadores y científicos del país.
No me extenderé con el tema de la revolución cultural, pero sí hay que tener en cuenta que es crucial en el asunto de la creación totalmente artificial de la acupuntura, tal y como la conocemos hoy.
Al iniciar el movimiento en mayo de 1966, Mao pronto llamó a los jóvenes, en particular a los estudiantes, a enfrentarse a lo viejo y proclamó que la rebelión estaba justificada. Para eliminar a sus rivales dentro del Partido comunista de China (PCCh) y en las escuelas, fábricas e instituciones gubernamentales, Mao acusó que elementos burgueses se habían infiltrado en el gobierno y la sociedad para restaurar el capitalismo. Insistió en que los revisionistas fueran eliminados mediante la lucha de clases, a la que la juventud de China, así como los trabajadores urbanos, respondieron formando Guardias Rojos en todo el país.
La mayoría de los Guardias Rojos fueron estudiantes. Existieron múltiples criterios para alistarse, tales como el buen comportamiento político u origen social con los niños de las "cinco categorías rojas", con la exclusión de las personas pertenecientes a las “cinco categorías negras”.
Habiendo compilado una selección de los dichos de Mao en el Pequeño Libro Rojo, que se convirtió en un texto sagrado para el culto a la personalidad de Mao, Lin Biao, vicepresidente del PCCh, fue incluido en la constitución como sucesor de Mao. En 1969, Mao sugirió el fin de la Revolución Cultural. Sin embargo, la fase activa de la Revolución duraría al menos hasta 1971, cuando Lin Biao, acusado de un fallido golpe de Estado contra Mao, huyó y murió en un accidente aéreo. En 1972, la Banda de los Cuatro llegó al poder y la Revolución Cultural continuó. Después de la muerte de Mao y el arresto de la Banda de los Cuatro en 1976, la Revolución Cultural finalmente llegó a su fin.
En 1970, Henry Kissinger y Mao Zedong deciden descongelar relaciones entre EEUU y China.
En julio de 1971, el periodista del New York Times, James Reston sufrió apendicitis mientras visitaba China con su esposa. Después de que le extirparan el apéndice mediante una cirugía convencional usando medicina científica en el Hospital Antiimperialista de Beijing, durante el posoperatorio sufrió de gases, algo común que suele remitir sin necesidad de tratamiento. Para mitigar las molestias le practicaron acupuntura, y según el propio Reston, "envió ondas de dolor a través de mis extremidades y, al menos, tuvo la efecto de desviar mi atención de la angustia en mi estómago ".
El artículo que escribió para el Times describiendo su experiencia fue malinterpretado, y empezó a correr el rumor de que había sido operado sin necesidad de anestesia, solo con la ayuda de la acupuntura.
Algunos médicos estadounidenses fueron invitados a China para presenciar cirugías en las que se prometía que la anestesia estaría a cargo de la acupuntura, y que no intervendría ningún químico. Estas cirugías estaban organizadas íntegramente por las autoridades. En Shanghai, las cirugías cardíacas se realizaron apoyando la acupuntura por diversos métodos de anestesia química. Desde entonces, se han acumulado pruebas y testimonios que revelan que los pacientes estaban fuertemente respaldados por analgésicos químicos, y que se trató de un acto de propaganda.
Henry Kissinger |
En 2006, un documental de la BBC llamado "Alternative Medicine" filmó a un paciente sometido a cirugía a corazón abierto presuntamente bajo anestesia inducida por acupuntura. Más tarde se reveló que el paciente había recibido un cóctel de tres poderosos sedantes, así como abundantes inyecciones de un anestésico local en la herida.
Mao jamás se trató con Medicina Tradicional China porqué no creía en ella, y su médico personal Li Zhisui, médico científico, decía que Mao solía decir “Aunque debemos promover la MTC, personalmente no creo en ella. Yo no me trato con MTC”.
La acupuntura es un tema de investigación médica muy activo: 23.000 publicaciones que incluyen 3.200 ensayos controlados aleatorios, 700 revisiones sistemáticas y 180 metanálisis que se indexaron en 2015 en la base de datos de referencia biomédica PubMed. Sin embargo, la mayoría de los estudios científicamente válidos no han demostrado una eficacia de la acupuntura superior al efecto placebo. También debe tenerse en cuenta que muchos estudios o revistas sobre el tema (particularmente en Asia) están sesgados.
Existe un método que consiste en comparar la acción de la acupuntura tradicional (en los meridianos clásicos) con la de la acupuntura simulada (para descartar un posible efecto placebo) donde las agujas se colocan en otro lugar que no sea estos mismos meridianos.
Los estudios muestran resultados mixtos con una eficacia a veces comparable de las dos técnicas, tanto en las migrañas como en el dolor lumbar crónico. Asimismo, un estudio comparativo sobre náuseas provocadas por radioterapia anticancerosa en una cohorte de 215 personas muestra que los resultados son idénticos entre un grupo realmente sometido a acupuntura y un grupo que cree que sí cuando las agujas se retraen y no perforan la piel.
La acupuntura es una técnica delicada y, como ocurre con cualquier procedimiento para-médico, cualquier mal uso puede tener efectos nocivos. Este es el caso, por ejemplo, si las agujas no son estériles, inadecuadas o se aplican en áreas sensibles. La más común de las complicaciones graves es el neumotórax. En 2010 un estudio identificó 201 pacientes que padecían neumotórax después de una sesión de acupuntura entre 1989 y 2009 en China, de los cuales cuatro casos habían sido mortales.
Para terminar me gustaría dejar aquí un enlace a uno de los textos en que la OMS expresa su postura sobre la Médicina Tradicional China y por extensión sobre la acupuntura. En este texto no hay ni rastro de argumento alguno justificando la MTC ni la acupuntura más allá de una terapia que “puede” y esto no implica obligación alguna, que puede como digo acompañar a las terapias científicas. Se dice también que la acupuntura puede ser eficaz contra ciertos tipos de dolor, algo que como ya hemos visto, es como mínimo controvertido, pero nada más. No se le atribuye a la acupuntura ningún otro uso que el discutido paliativo del dolor.
Escucha el podcast Radiografia de la conspiranoia Temporada 1 – 8 Energia vital, la historia de las falsas energías:
Este es un podcast de Cesc Fortuny i Fabré, de divulgación académica y científica sobre las teorías de la conspiración, así como sectas, estafas y pseudociencias. También brinda información sobre ingeniería social, y como protegerse de ella.
Este capítulo trata sobre la historia de las falsas energías, y el mal uso de la palabra energía para designar estas fuerzas místicas. Pertenece a la serie dedicada a las pseudociencias.
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Links del podcast:
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- Friedrich Wöhler
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