Alquimia, la abuela de la pseudociencia - Radiografía de la Conspiranoia

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Radiografía de la Conspiranoia

dimarts, 18 de gener del 2022

Alquimia, la abuela de la pseudociencia

 

Nicolás Flamel

 

Es mucho más fácil inventar y difundir pseudociencia que ciencia. La producción de conocimiento que sigue la metodología científica exige mucho tiempo y esfuerzo, y sus resultados están siempre bajo revisión y crítica. Dedicarse a la ciencia, implica un esfuerzo que en muchos casos no revierte en recompensas immediata, mucho más si hablamos de investigación pura, un ámbito muy difícil de explicar y divulgar al gran público, que es al fin y alcabo el destinatario ideal, ya que es la ciudadanía la que una vez sensibilizada, demanda a sus políticos más recursos para aquello que entiende necesario.


La creación de pseudociencias, sin embargo, es muy sencilla, y los maravillosos resultados que simula ofrecer dan la sensación de satisfacer las necesidades emocionales de las que la ciencia no suele ocuparse.


La pseudociencia proporciona una forma de conocimiento absoluto y definitivo que elimina de la ecuación toda incertidumbre. La pseudociencia miente, sí, però su mentira es seductora y atractiva, es el canto de las sirenas para Ulises. De esta manera, el fenómeno pseudocientifico, es una creencia, es decir, una manifestación de la fe, y por eso ante la promesa de la curación de enfermedades incurables y de proporcionar la ilusión de que la muerte no es el fin, o de ofrecer cosmovisiones que nos sitúan en perfecta armonía con el universo, o incluso nos hacen fantasear con que solo con nuestro deseo podemos hacer realidad todos nuestros anhelos y mitigar nuestros miedos ancestrales, y por eso, digo, crer es aquí la clave.



https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Alchimie.jpg



La inserción de una idea delirante, excita en quién está dispuesto a aceptarla, la creencia, el acto de creer, y por ende la fe. Sí, creer en pseudociencias, es tener fe en ellas.


La ciencia, sin embargo, se interroga y cuestiona el conocimiento que genera e incluso a sí misma. La ciencia está cargada de escepticismo, y el propio concepto de ciencia y sus límites es objeto de profunda reflexión y es revisado y reformulado constantemente, en un proceso dinámico sin fin que causa insatisfacción al impaciente.



Aunque está claro dónde comienza y qué es la química científica no es possible establecer una delimitación clara y tajante entre la alquimia y la química, ya que ambas estuvieron entremezcladas durante siglos, dedicadas al estudio de la materia, aunque con fines y objetivos diferentes, y ambas utilizaron técnicas experimentales y procedimientos análogos. El aspecto esotérico experimental de la alquimia es claramente una influencia de la química, pero no es la única raíz de la química, que ha de buscarse mucho más atrás en la historia. Por tanto, tal tipo de alquimia solo puede ser considerada como una de las raíces de la química experimental y no, exclusivamente, como la madre de la química.



En su más amplio concepto el término alquimia no significa otra cosa que la búsqueda idealista y utópica de la perfección, ennoblecimiento, purificación (según unos principios fundamentados en religión y moral, es decir creencias y contexto histórico/social de una época) y transmutación aplicada a tres vertientes: la materia (alquimia hílica), el cuerpo humano (iatroquímica) y el espíritu (alquimia espiritual o mística; macrobiótica oriental), aspirando la primera –entre otros fines, al perfeccionamiento de los metales bajos o viles que integran la tetrasomía (Fe, Sn, Pb, Cu) transformándolos en metales nobles (Ag, Au) mediante procesos de laboratorio que se conocen bajo los nombres de Argiropeya y Crisopeya, respectivamente, que constituyen la esencia de la Opus Magna, mientras que la segunda se propone la sanación del cuerpo humano y, por ende, la prolongación de la vida, e incluso en la alquimia china alcanzar la inmortalidad y, finalmente, la tercera se propone objetivos místicos diversos, según las culturas involucradas (la gnosis, la salvación, el nirvana, la inmortalidad, etc.), de donde se desprende la improcedencia del error generalizado de relacionar la alquimia considerando exclusivamente su aspecto experimental hílico con la química, incurriendo en la falacia de comparar una cosmovisión totalizadora basada en una dialéctica cósmica o universal de oposiciones o contrarios (materia/espíritu; fijo/volátil; tierra/cielo; yin/yang, etc.) con una ciencia experimental específica de objeto y finalidad muy concretos y bien definidos, que nada tienen que ver con la búsqueda del elixir transmutatorio, de la panacea universal, de la mística soteriológica, o de la inmortalidad.

 

https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Alchimie_de_Flamel_10.jpeg


 

 

 

La alquimia es un antiguo sistema filosófico esotérico que se expresa a través del lenguaje de diversas disciplinas como la química, la física, la astrología, la metalurgia y la medicina, dejando numerosas huellas en la historia del arte. El pensamiento alquímico también es considerado por muchos como el precursor de la química moderna antes del nacimiento del método científico. Pero eso sí, la revolución científica y la aplicación de métodos que fueron demostrando su eficacia, alentaron la desaparición de la alquimia y esta fue cayendo en desuso.


Se cree que la idea de convertir metales en oro está directamente relacionada con una metáfora del cambio de conciencia. La piedra sería la mente "ignorante" que se transforma en "oro", es decir, sabiduría. Estos eruditos buscaron principalmente la búsqueda del Elixir de la Vida Eterna y la Piedra Filosofal.


Algunas personas mantienen que el Elixir de Larga Vida y la Piedra Filosofal son temas reales, no sólo simbólicos, que provienen de prácticas de purificación espiritual y, por tanto, podrían considerarse sustancias reales. El propio alquimista Nicolás Flamel, en su Libro de figuras jeroglíficas, deja claro que los términos "bronce", "titanio", "mercurio", "yodo" y "oro" y que las metáforas servirían para confundir a los lectores indignos. Hay investigadores que identifican el Elixir de Larga Vida como un metal producido por el propio cuerpo humano, que tendría la propiedad de prolongar indefinidamente la vida sagrada en cuanto fueran capaces de realizar la llamada "Gran Obra de Todos los Tiempos". ", convirtiéndose así en verdaderos alquimistas. Hay referencias a esta sustancia desconocida también en la tradición del Tai Chi Chuan.


El simbolismo alquímico fue utilizado ocasionalmente en el siglo XX por psicoanalistas, uno de los cuales, Jung, reexaminó la teoría y el simbolismo alquímicos y comenzó a resaltar el significado intrínseco del trabajo alquímico como una búsqueda espiritual.


La exposición junguiana de la teoría de las relaciones entre la alquimia y el inconsciente se puede encontrar en varias de sus obras que abarcan un período de tiempo desde principios de la década de 1940 hasta su muerte en 1961:


  • Psicología y alquimia (1944)
  • Psicología de la transferencia (1946)
  • Ensayos sobre alquimia (1948)
  • Mysterium Coniunctionis (1956)


La tesis del psicoanalista suizo consiste en identificar las analogías existentes entre los procesos alquímicos y los relacionados con el ámbito de la imaginación y en particular con el onírico.


Según Jung, las fases por las que se desarrollaría el opus alchemicum tendrían una correspondencia en el proceso de individuación, entendido como la conciencia de la propia individualidad y el descubrimiento del ser interior. Si bien la alquimia no sería otra cosa que la proyección al mundo material de los arquetipos del inconsciente colectivo, el procedimiento de obtención de la piedra filosofal representaría el itinerario psíquico que conduce a la autoconciencia y a la liberación del yo de los conflictos internos. Sin embargo, la legitimidad de esta interpretación es cuestionable, ya que parece muy distante, si no opuesta, con respecto a los presupuestos y propósitos del camino alquímico tal como lo presenta la tradición, por no decir que ninguna de las propuestas de Jung son falsables, por lo que carecen de validez científica.


Herederos de estas ideas, y por evolución, existen planteamientos en la actualidad que nadan de lleno en el terreno de la autoayuda. Y esto no paría de ser una curiosidad de principios del siglo XX, el problema es que fue el pistoletazo de salida para un sinfín de charlatanerías varias, para que reclamasen su pasado alquímico, y hoy, desde la bioneuroemoción, hasta la alquimia femenina, pasando por el biomagnetismo o la homeopatía, son deudores de algo que ya en sus orígenes era un sistema de creencias.

 

 

 

Escucha el podcast Radiografia de la conspiranoia. Temporada 1, capítulo 09. Pseudociencia: fe, creencias, y placebo:



Este es un podcast de Cesc Fortuny i Fabré, de divulgación académica y científica sobre las teorías de la conspiración, así como sectas, estafas y pseudociencias. También brinda información sobre ingeniería social, y como protegerse de ella.

Este capítulo trata sobre los conceptos fe, creencia, y placebo, relacionados con la idea de pseudociencia. Pertenece a la serie dedicada a las Pseudociencias.

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